lunes, 28 de febrero de 2011

Un tiunfo de corazón

PELUCCHI LE DEDICA LA VICTORIA A SU NOVIA EN SILLA DE RUEDAS





Marina Romolli, pareja sentimental de Matteo Pelucchi, convenció a su novio para que no abandonara el ciclismo después de quedarse ésta en silla de ruedas por un accidente cuando entrenaban juntos en Italia. El domingo, la victoria en la Clásica de Almería -la primera del Geox- fue en su honor.





Pelucchi, de 21 años, es un joven sprinter que en sus años de juveniles y cadetes, es decir, desde que se aficionó a esto de la bicicleta siempre había ganado carreras. Es rápido, un velocista puro que sufre, y de lo lindo, cada vez que la carretera se empina hacia arriba. Su futuro es prometedor, aunque éste a punto estuvo de ser cortado de raiz el pasado mes de junio.


El joven Matteo se encontraba entrenando una mañana más junto a su novia Marina Romolli y un amigo común, también ciclista. Era un entrenamiento más, como los muchos que realizaba la joven pareja. Sin embargo, esa mañana un coche arrolló al trío ciclista y se llevó por delante a Marina, quien quedó paralítica de cintura para abajo. La situación podría haber sido más dramática si no llega a ser por la rápida intervención de Pelucchi y su amigo.




Desde ese día, Marina quedó postrada en un silla de ruedas y Matteo decidió dejar la bici. "Si Marina no puede volver a andar, yo me quedaré junto a ella", comentó el joven y prometedor corredor. El mundo del ciclismo no tenía sentido para él. Sin embargo, la insistencia de su novia le hizo desistir de su empecinamiento y Matteo volvió a correr.

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