martes, 23 de noviembre de 2010

Vehículos toscos de dos ruedas propulsados por los pies eran corrientes en los primeros años de la segunda mitad del siglo XVII. En 1690, un francés, el Conde Mede de Sivrac inventó "el celífero" ("la célérifère"), que consistía en un bastidor de madera al que se añadían las ruedas. El vehículo no tenía manillar; el asiento era una almohadilla en el bastidor y se propulsaba y dirigía impulsando los pies contra el suelo.





2 comentarios:

  1. No veig la utilitat d'aquesta bici. Propulsada amb els peus? Devia ser més cansat que anar caminant...

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  2. Jo, nouse, perque podies anar asegut i a ses baixades decia anar millor
    pero es problema el devia tenir en tornar a pujar jej

    S.N.M.

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