jueves, 12 de mayo de 2011

El Giro de las montañas se convierte en el de las polémicas

Que esta edición del Giro dejaría huella por su dureza, ya se sabía. Muchos puertos de montaña, una contrarreloj llana que decidirá la “corsa rosa”, una cronoescalada de casi 13 kilómetros, carreteras de tierra y mucho más. Pero nadie podía imaginar que la vuelta a Italia 2011, la misma que hasta hace unos días todos aplaudían como el recorrido más bonito de una carrera por etapas en muchos años, se caracterizaría por las polémicas sobre la seguridad de los ciclistas. Sobretodo después de que una caída causara, el pasado lunes, la muerte del corredor belga Wouter Weylandt


Ayer, en la quinta etapa, los tramos con tierra han sembrado mucho nerviosismo en el pelotón. Y poco importa que la "caída del día" no tenga nada que ver con la tierra y las carreteras de blancas. Perder un compañero de pelotón de una manera tan violenta ha afectado a la psique de los corredores. El español David Arroyoclasificó de "terribles" los tramos de tierra "porque se notaban los nervios". Y es por esta razón que los protagonistas han preferido estar delante y evitar problemas. Es el caso del ganador de la Vuelta a España del año pasado, Vincenzo Nibali, que ha subrayado como en el descenso quiso "estar delante más para evitar de ser involucrado en posibles caídas que no para escaparme".

Parece claro que si los corredores salen por la mañana preocupados más por como evitar caerse que no por pelear por la victoria, las caídas seguirán afectando al “gruppo”. Ayer fue el holandés Slagter a protagonizar la que ya ha sido bautizada como la "caída del día". Afortunadamente a pesar de la espectacularidad de la dinámica, las consecuencias para el ciclista de la Rabobank no han sido graves.

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